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miércoles, 5 de junio de 2013

COMERCIO INTERNACIONAL DE ARMAS




Conferencia Final de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas

¿Quieres conocer los términos de dicho tratado?   ingresa a http://www.es.amnesty.org/uploads/media/Tratado_Sobre_el_Comercio_de_Armas.pdf


¿Cómo es el comercio internacional de armas?
Se calcula que, sólo en 2012, el comercio internacional de armas movió unos 100.000 millones de dólares estadounidenses, mientras que un par de años antes se comerció por valor de 80.000 millones de dólares, así que está creciendo con rapidez. 

Y si se suman todos los servicios relacionados, incluidos los militares y los de construcción, por ejemplo, su valor es del orden de 120.000 millones de dólares.   Es un comercio de productos muy peligrosos, muy mortíferos, diseñados para matar y mutilar. Como no está sometido a un control muy estricto y cuidadoso, millones de personas mueren o sufren mutilaciones. 

Entonces, ¿cuántas personas mueren cada año por culpa de las armas?
Se calcula que aproximadamente medio millón de personas mueren cada año por la acción de armas de fuego. Se producen muertes en el campo de batalla, pero también a causa de la represión de los Estados y a manos de bandas delictivas. 

Además, muchos millones de personas mueren en todo el mundo porque se les niega el acceso a atención de la salud, agua o alimentos cuando se ven atrapadas en conflictos alimentados por el flujo incontrolado de armas. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, se calcula que más de cinco millones de personas han muerto indirectamente debido al conflicto armado desde 1998. 

Y, desde luego, no se trata sólo de muertes. Por cada persona que muere en un conflicto armado, hay que contar las muchas que resultan heridas o sufren tortura, abusos o desaparición forzada o son tomadas como rehenes debido al conflicto armado y la violencia armada.   El problema es de unas proporciones absolutamente ingentes y puede destrozar todas las áreas de la vida y los medios de sustento de la gente. 

¿Quién se ve especialmente afectado por el flujo incontrolado de armas?
Las mujeres se ven afectadas sobremanera, en aspectos que a menudo son invisibles y de los que apenas se habla. 

En Guinea, por ejemplo, nos contaron la historia de una mujer que fue violada por un soldado mientras otro le ponía un arma en la cabeza. Este tipo de violencia puede producirse en una escala masiva. 

También se puede observar un efecto desproporcionado en los niños y niñas y en las personas jóvenes. En algunos países se recluta a niños y niñas para las fuerzas armadas y para grupos armados y se les obliga a combatir.

¿Quién es responsable de esta situación?
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU –Estados Unidos de América, Rusia, China, Francia y Reino Unido– son los mayores comerciantes de armas. Alemania, Israel, Italia, Suecia, Sudáfrica, España, Bélgica y Ucrania son también grandes comerciantes de armas. 

Y están también los grandes importadores de armas, como India, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y otros. 

¿Y las empresas, no son también responsables?
Es cierto que gran parte del comercio de armas lo llevan a cabo entidades comerciales, empresas y proveedores de servicios, intermediarios y traficantes de armas y quienes transportan las armas, además de las empresas que las fabrican. 

Es una industria de una magnitud considerable, pero la responsabilidad principal recae siempre en los gobiernos y los Estados. Solo ellos pueden regular, incluso prohibir, el comercio. El problema es que con el tiempo, el diseño y la aplicación de las leyes simplemente no han sido lo bastante satisfactorios.

¿Qué es el Tratado sobre el Comercio de Armas y cómo puede marcar la diferencia?
El Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) recoge criterios comunes y reglas comunes para regular mejor el flujo internacional de armas con objeto de reducir el sufrimiento humano. No se trata de un tratado de prohibición de armas, sino que debe garantizar que los Estados controlan rigurosamente la exportación, importación y transferencia internacional de todo tipo de armas de uso militar, policial y de seguridad, incluyendo equipos, munición y formación. Esto es esencial para impedir que se utilicen estas transferencias para cometer o facilitar que se cometan violaciones graves de derechos humanos o que se desvíen al comercio ilícito, al mercado ilegal o a usuarios finales ilegítimos que, además, acaban frenando el desarrollo socioeconómico y contribuyendo a la pobreza.

El tratado también debe regular la concesión de licencias, la transparencia y la presentación de informes anuales completos. Debe tener un mecanismo efectuvo para vigilar su cumplimiento, prever sanciones penales y administrativas y garantizar la rendición de cuentas.

¿Cómo se puede garantizar que los gobiernos respeten el tratado?
Lo único que podemos hacer en este momento para convencer a los Estados es acordar un sistema de presentación de informes anual con reuniones frecuentes de jefes de Estado en las que puedan presionarse unos a otros para determinar si están actuando de manera responsable. 

Si se acusan unos a otros de violar el tratado, sería necesario un mecanismo de arbitraje y mediación, o bien el asunto pasaría a la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia. 


Por último, queremos que se cree un organismo que pueda organizar investigaciones. Las armas desaparecen con frecuencia, sobre todo las armas pequeñas y las municiones.